
Escúchalo en

En este episodio de Universo Poderosas, Silvia comparte una de esas verdades que todas hemos sentido alguna vez, pero pocas nos atrevemos a mirar de frente: antes del salto, siempre hay un terremoto. Cuenta que el suyo empezó de forma silenciosa. Primero, una ligera apatía; después, rechazo; y finalmente, su piel empezó a hablar por ella. Cada vez que comía sola en la oficina, sentía que algo se desacomodaba por dentro. Era como si el cuerpo —ese sabio que no sabe mentir— estuviera gritando lo que la mente aún no quería escuchar: “esto ya no es para ti”.
Ese temblor interno que Silvia describe no es un capricho ni una crisis “de las 30 o de las 40”. Es el preludio de un cambio profundo. Cuando lo que haces cada día ya no te nutre, aunque tengas un buen sueldo o un título brillante en LinkedIn, el alma empieza a pedirte coherencia. Y el cuerpo, si no lo escuchas, se encarga de recordártelo. Silvia lo llama el “vacío fértil”: ese espacio entre lo que ya no eres y lo que todavía no sabes que vas a ser. Un terreno movedizo que da vértigo, pero también la oportunidad de gestar algo nuevo. Muchas veces, intentamos tapar ese temblor con un ascenso, un curso o un aumento de sueldo. Pero el alma no se compra: lo que pide es propósito.
Y el primer paso, dice Silvia, es parar. No para escapar, sino para mirar de verdad. Parar de producir, parar de planificar, parar de justificar. Sentarte contigo, sin distracciones, y decirte la verdad: “esto ya no me sirve”. Solo desde ahí se puede reconstruir. Después, viene el mirar hacia dentro antes de mirar hacia fuera. No abrir LinkedIn todavía, sino abrirte a ti misma. Preguntarte qué te importa, qué te enciende, qué te drena. Silvia lo cuenta con humor: “yo actualicé mi CV 300 mil veces y terminé repitiendo patrón”.
Y cuando te atreves a observar, descubres tu “bola de talentos”: esa esfera que guarda todo lo que sabes, todo lo que has vivido, todo lo que te hace única. La mayoría usamos solo un 20% de ella. El reto, dice Silvia, es vivir más cerca del 80% o el 90%, donde el trabajo no solo paga facturas, sino que también te llena. Los datos respaldan lo que el alma ya sabe: la desmotivación no es un caso aislado. El compromiso laboral global cayó al 21% en 2024, y el burnout sigue en niveles récord. No, no estás loca ni sola: lo que sientes lo sienten millones de personas. Y no es flojera; es desalineación.
Silvia cierra el episodio con una frase que se queda resonando: “Cuando llega el terremoto, no corras. Escúchalo. No viene a destruirte, viene a mostrarte que estás lista para algo más grande.” Y así, con una respiración profunda y el corazón latiendo un poco más fuerte, comprendemos que antes del salto siempre hay un temblor… y que ese temblor no es el fin, sino el principio.
NOTAS DEL PODCAST:
Nivel 1 – Destapa
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