Como muchos, me metí de lleno en una carrera sin tener ni idea de a qué me quería dedicar profesionalmente. Había una especie de fuerza que me impulsaba a decantarme por el camino establecido, ese que se esperaba de mí y que parecía el más lógico.

Después de varios años trabajando en diferentes empresas, puestos y sectores, no acababa de encajar en ningún lugar. Me sentía frustrada, sola y vacía. No sabía cómo sacar todo el potencial que tenía dentro.

Gracias a comenzar un proceso de introspección y autoconocimiento conseguí destapar mi caja de pandora. Me quité esas capas que tanto me habían estado arrastrando durante años hacia decisiones inconscientes que nada tenían que ver con mi esencia. Esto me ayudó a reconectarme conmigo misma, entendiendo mis talentos, sueños y objetivos. Fui ganando confianza a medida que iba descubriendo más cosas sobre mí.